Hace poco más de 30 años salió al mercado el Mercedes-Benz 500E, un coche memorable de la automotriz de la estrella. En realidad, este vehículo no podía ser más alemán, porque fue desarrollado en conjunto por Mercedes-Benz y su rival y vecino Porsche. El resultado fue un sedán muy potente, con una carrocería nada suntuosa. Por igual, era dinámico y discretamente elegante. Curiosamente, a pesar de no ser un coche tan llamativo a simple vista, una vez probado, dejaba fascinado a quien lo conducía.  

En esta ocasión, en GM Chamorro te llevamos a un recorrido histórico no tan lejano en el tiempo. A continuación, conocerás el devenir de uno de los modelos insignia con los que Mercedes cerraba el siglo XX.

Mercedes-Benz 500E, el resultado de un acuerdo estratégico con Porsche

El Mercedes-Benz 500E, un sedán con prestaciones deportivas, es el modelo que representa la gama más alta de la serie W124; además de ser el único vehículo que unifica los esfuerzos de las compañías Mercedes-Benz y Porsche. Este coche hizo su debut en el Salón de París en el año 1990.

Todo comenzó en 1988, cuando Daimler-Benz AG, encomienda a Porsche un modelo sedán que combine tanto confort como deportividad. La idea era competir contra dos fuertes rivales de la época: el BMW M5 y el Lexus LS400 de la automotriz japonesa Toyota.

Para aquel entonces, el modelo W124 era uno de los vehículos más avanzados de la época. Sin embargo, los ingenieros de la compañía Mercedes seguían analizando cómo los japoneses igualaron uno de sus modelos más adelantados. Por esta razón, el proyecto del Mercedes-Benz 500E le fue entregado en gran parte a Porsche. Más exactamente, ésta se encargó del 90% del desarrollo del vehículo, para la integración, tanto de los componentes mecánicos, como los de carrocería. Dicha operación resultó un alivio para Porsche que, en ese momento, atravesaba una crisis económica, producto de la disminución de los ingresos del negocio de exportación y la caída de la producción. De esta forma, la compañía pudo recuperarse nuevamente, después de sufrir una disminución de las ventas en Estados Unidos de un 90%.

El engorroso proceso de producción del Mercedes-Benz 500E

Cabe destacar que Mercedes-Benz y Porsche son prácticamente vecinos, ya que sus plantas están en Stuttgart, pero en dos distritos diferentes: Sindelfingen y Zuffenhausen, respectivamente.

La compañía Mercedes-Benz se encargaba de enviar las partes del vehículo a la planta de Porsche, ubicada en el distrito de Zuffenhausen. Allí, se procedía a ensamblar a mano, el chasis del Mercedes-Benz 500E, con los asientos delanteros más separados. De esta forma, los tubos de escape podían pasar por debajo del mismo. Luego, eran transportados en un camión, hasta llegar a las instalaciones de Mercedes en Sindelfingen para colocar la pintura a las unidades. Una vez terminado ese proceso, eran enviados de vuelta a la planta de Porsche, para proceder con la instalación del motor y completar dicha unidad. Completado este último procedimiento, nuevamente tenía que volver a la planta de Mercedes, para realizar la inspección final y entrega del vehículo. Es relevante resaltar que este proceso duraba un total de 18 días por cada vehículo.

Características del Mercedes-Benz 500 E

Este modelo 500E cuenta con un motor V8, procedente del Mercedes SL500, que reunía 32 válvulas y 322 Hp. Aparte de eso, tenía 480 nanómetros de torque y una transmisión automática de cuatro velocidades. Otros componentes que se aplicaron a este vehículo fueron los frenos del SL Roadster de hasta 320mm de diámetro. Estos disponían de cuatro pistones y un eje trasero que contaba con 278mm.

Por otro lado, la compañía Recaro se encargó de proporcionar a este modelo unos asientos de cuero calefactables. Un detalle como este era algo poco común para aquel entonces, incluso para “coches Premium”. Otras características que poseía este modelo eran las siguientes:

• Su carrocería era 56 milímetros más ancha y 25 milímetros más baja que cualquier otro modelo de la gama. Más aún, tenía salpicaderas, alerones y llantas más anchas.
• La ubicación de la batería en la parte trasera derecha del maletero permitía conseguir una mejor distribución del peso del vehículo.
• Los sistemas de frenos y escape tuvieron modificaciones significativas. Los pasos de rueda eran más anchos, para que así calzara correctamente la suspensión del SL.
• El motor V8 respiraba mediante el espacio que rodea las luces, para que, de esa forma, se garantizara un suministro abundante de aire.

Por si fuera poco, el tiempo de aceleración del 500E iba de 0 a 100km/h en tan solo 5,9 segundos. Su velocidad máxima era de 250 km/h, limitada electrónicamente. Un punto importante a mencionar es que el motor V8 de 5.0 litros también fue implementado, pero con fines competitivos. Específicamente, lo tuvo el Sauber C9, vehículo que saldría victorioso en las 24 horas de Le Mans.

¿Cuándo comenzó a fabricarse el Mercedes-Benz 500 E?

De manera formal, el desarrollo del Mercedes-Benz 500E comienza en el año 1989. De hecho, su chasis también formó parte del modelo 400E, debido a que Mercedes se entera que, con el rediseño de dicho elemento, era posible instalar más de un motor. En particular, un V8 de 4.2 litros de la Clase S, para competir de forma contundente con el Lexus LS400 de Toyota en Estados Unidos. Posteriormente, se acercaría a la nomenclatura moderna de la marca con la denominación E420, en el año de 1994.

Un dato importante a mencionar es que la venta del primer Mercedes-Benz 500E se produjo a finales de 1990. Para el mercado de Estados Unidos estuvo disponible por primera vez como modelo en el año de 1992, cerrando su ciclo en 1994. A partir de ahí, dio paso a la siguiente generación: el Mercedes W210 Clase E, que llegaría en 1996.

Otro de los puntos que hace a este coche especial y muy buscado por diversos coleccionistas es su exclusividad. En efecto, solo se produjeron aproximadamente unas 10.479 unidades del 500E en cuatro años de producción. De ellas, 120 se consideraban especiales por haberse fabricado en el año 1995, como pedidos especiales de clientes que no pudieron adquirirlo en sus comienzos. A Estados Unidos, solo lograron llegar unos 1.500 ejemplares; mientras que apenas 30 de ellos circularon por el Reino Unido, a pesar de que no llevaban el volante a la derecha.

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